Hoy os quiero hablar de Alessandra dos Santos Francisco, psicóloga brasileña que en mi viaje con la periodista Teresa Luengo a Volta Redonda (Río de Janeiro) en 2006 trabajaba como coordinadora de proyectos en la ONG IDEAIS (Instituto de Desarrollo, Estudios, Acciones e Implementaciones Sociales), una organización social dirigida por por la doctora Neuza Jordão que es una referencia en Brasil en el tratamiento y en la prevención de adicciones en adolescentes y jóvenes y en la reivindicación de los derechos universales privados a los niños y a las mujeres. La segunda parte de ‘Amarás América’ está dedicada a Brasil y a las mujeres de Volta Redonda. Alessandra es una de las siete protagonistas de esta historia, una heroína de lo cotidiano que representa ese espíritu luchador y aglutinador que tienen las mujeres de América Latina y que he querido resaltar en ‘La curva de los pirilampos’. Incansable y trabajadora. Así recuerdo a Alessandra, y así he querido que apareciera en las páginas dedicadas a su figura. Para mí ella es el fuego, tan presente por cierto en Volta Redonda en las chimeneas de la siderúrgica nacional (CSN) que dieron origen a este recodo del Paraíba, una llama que camina siempre viva y que busca prender en los demás toda esa gama de sentimientos y valores que encontré en ella, empezando por su lucha por promover la cultura emprendedora, el intercambio de ideas, la formación profesional… En Brasil hay muchas lacras, demasiadas tal vez, pero gente como ella está poniendo en práctica una revolución social que empieza muy abajo con el deseo de que poco a poco toda esa simiente de esperanza plantada en tanta gente joven ofrezca sus mejores frutos.
¡¡¡¡¡¡Alessandra, no se desanime nunca: su ejemplo nos inspira a todos!!!!!!
ALESSANDRA (‘La curva de los pirilampos’, AMARÁS AMÉRICA / 2014)
«Era como el maíz morocho, firme y desenvuelta. Una jaquetona* a primera vista, sin duda. Su aparición en el aeropuerto fue tórrida; sudábamos por dentro y por fuera. Con una alborotada pelambrera, emparejada con las cabezadas del madrugón, y un collar de bolas azulencas y rosadas como las manzanitas del yambo, que presuponía su coquetería, ella se mantuvo imperiosa hasta que comprobó que no se confundía: «Olá! Bem vindos. Eu sou Alessandra. É tudo bom?». Inmediatamente se interpuso entre nosotros Neuton, uno de los chóferes de IDEAIS. Con él ya no necesitábamos un navegador por satélite para orientarnos y con ella todo estaba bajo control. Más que como una carioca se comportaba como una teutona, sin menoscabo de sus ínfulas brasileras, que palmoteaban bajo su vivo atuendo: una camiseta de la selección de fútbol con los colores patrios. Amarillo y verde. Aquel 27 de junio de 2006, Brasil se enfrentaba a Ghana en el Mundial de Alemania. Alessandra sabía lo que nos esperaba. Apenas clareaba en Río de Janeiro y Neuton iba derecho a Volta Redonda. Llegaríamos para el almuerzo. Bajo su coraza de mujer fatal había mucha sabrosura. Parecía bacana*. Con el paso de los días la criatura encopetada se esfumó y brotó, como una dádiva, la menina de sonrisa magnánima y turbulento parpadeo. «As aparências enganam aos que odeiam e aos que amam, porque o amor e o ódio se irmanam na fogueira das paixões», susurraba una cándida Elis Regina, voz arrebatada de la música brasileña que no sobrevivió a su mito y por cuyo colérico pronto conquistó los sobrenombres de Pimentinha y Furaçao.
La coordinadora de proyectos de IDEAIS tenía la rigidez de una mujer astuta y no mostraba interés en destensarse. Asustaba como el animal más bello. Es más, su calculado proceder, sopesando cualquier peligro, anticipaba que su verdadera naturaleza era más felina que humana. En hora y media nos trazó el plan de trabajo que nos habían organizado desde el primero hasta el último día. Hablaba con claridad, utilizando palabras certeras como jabalinas y con sus manos sedosas adornaba su desparpajo. Improvisaba con gracia. Hasta el punto de que, en cuanto pasaron las formalidades de rigor, logramos que riera con eco al escuchar nuestra retahíla de frases prefabricadas en portugués. En ese primer contacto, bajo las riendas del señor Neuton, la psicóloga Alessandra dos Santos Francisco entrevió la conveniencia de este intercambio de saberes y pareceres con aquellos dos periodistas españoles intrigados por lo que encontrarían al entrar en Volta Redonda. Alessandra sabía que para la organización era una prueba de fuego, y todos los equipos de IDEAIS tenían que integrarnos en sus proyectos (…)»*.
*Extracto de ‘Amarás América’, libro de crónicas de viajes editado en 2014 y en el que descubro las intimidades de México, Brasil y Bolivia, fruto de mi experiencia como cooperante durante tres veranos.
NOTAS AL PIE DE PÁGINA:
* Término muy empleado en Murcia y Andalucía para referirse a la mujer despampanante, alta y guapetona. *Excepcional, alegre, genial. * «Las apariencias engañan a los que odian y a los que aman, porque el amor y el odio se hermanan en la hoguera de las pasiones». Fragmento del tema ‘As aparências enganam’, escrito por Sérgio Natureza y Tunai. * Pimienta. * Huracán.