El camino de Bella Panadera (una devota de México que prepara su desembarco en América)

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Con Bella Panadera en nuestro encuentro en La Colegiala del Banco de España (Murcia)

Con Bella Panadera en nuestro encuentro en La Colegiala del Banco de España.

Esta semana arrancó con un encuentro inesperado, desayunando con una lectora encantadora a la que conocí en Murcia el día de la presentación de ‘Amarás América’ en el Centro Cultural Las Claras (05/03/2014). Días antes de volver a verla había subido al lugar más romántico de Murcia, justo el único punto desde el que es posible divisar el mar en un día clareado. Fue aún más maravilloso poder hacerlo con Gloria y Marguita, dos amigas con las que comparto desde hace muchos años momentos mágicos de la vida. Aquella mañana caminamos por El Valle; el sendero de Los Carpi nos condujo a ese lugar hermoso donde el ruido de fondo de la ciudad queda congelado al atravesar la cordillera y entregarse a la serenidad de un paisaje lunar. Allí arriba, acomodados entre unas rocas, acogidos por la madre naturaleza, calibramos nuestros estados de ánimo en conversaciones catárticas sobre el amor, los instintos sexuales y la naturaleza de los hombres.

Nos fundimos en un gran abrazo, tras llegar a la conclusión de que la vida es como una carabela que surca olas de bonanza unas veces y otras olas de angustia y desengaño. Lo importante es atravesarlas, resistir a la tempestad con todas nuestras fuerzas y confiar en que hallaremos certezas detrás de lo inesperado.

Cargando con Marguita, un amor de mujer, en El Valle. Fotografía: Gloria Nicolás

Cargando con Marguita, un amor de mujer, en El Valle. Foto: Gloria Nicolás

Eso ocurrió esa mañana de atmósfera espesa, en la que costó que el sol se abriera paso entre un cielo tomado por nubes en contubernio. Tomamos un aperitivo en el Quitapesares, y nos decidimos después a explorar el entorno del Santuario de la Fuensanta y del Monasterio de las Monjas Benedictinas. Nunca había subido a la misteriosa e idílica Casa del Cabildo; ya de lejos me maravillaron sus ventanas con forma de arco de herradura y alfiz rojizo, con una estrella en el enrejado. El edificio, tres plantas, de ladrillo y tonos amarillos, es de lo más coqueto; una buganvilla en plena explosión trepaba por una de las paredes. Hay que andar con cuatro ojos por los escalones, pues lo más probable es resbalar en un descuido. Los miradores ofrecen una panorámica muy hermosa de la vega de Murcia y de su huerta enladrillada (¡tremendo!). Me fascina descubrir en nuestro municipio lugares con semejante magia, y me horroriza al mismo tiempo comprobar la poca delicadeza de sus visitantes; entre las cactáceas y matojos salvajes había una verdadera escombrera: botellas, desperdicios, bolsas de basura… ¿Alguien puede entender tamaña desconsideración? Una pena de las grandes…

Casa del Cabildo. La Fuensanta, Murcia.

Casa del Cabildo. La Fuensanta, Murcia.

Al volver a Murcia pensé que tenía que pulsar a la comunidad de Facebook y conocer si ese lugar que a mí me había resultado encantado era conocido por mis paisanos. Y en mi cuenta subí una fotografía de una parte de la fachada, maravillosa, y pregunté a mis amigos, sin desvelar el nombre, si alguien conocía este emplazamiento. Mi sorpresa fue que se animaron a participar unos cuantos. Prometí que al primero que adivinara el lugar le regalaría un ejemplar de ‘Amarás América’, y la primera persona que contestó a mi llamado fue Marta Eme, como se hace llamar, o la Bella Panadera. Inmediatamente cumplí mi promesa, y quedé con ella para desayunar en su lugar de trabajo: La Colegiala. Escogimos una sucursal al azar, la que está junto al Banco de España, porque es de las que tiene cafetería. Y ahí apareció a las 10 horas, puntual, con una sonrisa apabullante.

Bella Panadera es, en realidad, Marta Molina Martínez, estudiante de 2º de Periodismo en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Murcia, una murciana de 25 años que ha dedicado el último mes y medio a recorrer el Camino de Santiago, desde su inicio en Francia, desde antes de las estribaciones de Roncesvalles. Ha regresado serena, desprendiendo rayos de luz en la mirada, verdaderamente atribulada por todo lo que ha aprendido en cada paso y por las compañías de las que ha gozado hasta donde los antiguos decían que era el fin de la tierra conocida (Finisterre). Hablamos de la escritora María Jesús Juan, autora de ‘Sucedió en Begastri’, a la que conozco desde que fuimos compañeros en el IES Saavedra Fajardo; ahora María Jesús es profesora de Secundaria en el IES Aljada de Puente Tocinos. Marta fue una de sus alumnas y desde que se conocieron son inseparables, y acuden a todo aquello que esté relacionado con los libros y la escritura. Me contó Marta en este encuentro fugaz, entre sorbos de café y bocados a un resucitador croissant, que conoció en su peregrinación a un mexicano de Querétaro, Luis Antonio Valdespino Reyes, y a una cubana residente en Nueva York, Ana Julia, que han sido dos ángeles para ella. Podía recordar perfectamente mil palabrejas mexicanas y una de las que más utiliza ahora es la de «desmadre». «Para los mexicanos todo es madre y desmadre», le dije. Le animé a escribir todas esas peripecias en un blog y espero que lo haga, pues los recuerdos de un viaje pronto se difuminan si no queda rastro escrito.

La ejecución del Emperador Maximiliano es una serie de pinturas que el pintor francés Édouard Manet elaboró entre 1867 y 1869. Representan la ejecución por fulisamiento de Maximiliano I, emperador de México.  Impresionismo. National Gallery de Londres.

La ejecución del Emperador Maximiliano es una serie de pinturas que el pintor francés Édouard Manet elaboró entre 1867 y 1869. Representan la ejecución por fulisamiento de Maximiliano I, emperador de México. Impresionismo. La pintura puede contemplarse en una de las salas de la National Gallery de Londres.

Reímos juntos recordando algunas historias de ‘El abismo chilango’, y le conté que en Querétaro fue ajusticiado un austriaco de rimbombante nombre: Ferdinand Maximilian Joseph von Habsburg-Lothringen, que antes de ser proclamado Emperador de México hizo carrera como comandante en jefe de la flota de guerra de su país, dio la vuelta al mundo con la mayor fragata de vela del imperio austriaco, la Novara, y llegó a ser gobernador de Lombardía y Venecia. ¿Cómo encajaron los mexicanos que un europeo los tutelara de nuevo?, ¿qué necesidad había de importar un soberano de barba rubia? El segundo hijo de Francisco Carlos de Habsburgo y de la princesa Sofía de Baviera nació siendo Archiduque de Austria y príncipe de Hungría y Bohemia en el palacio de Schönbrunn, cerca de Viena, el 6 de julio de 1832. Por entonces, en México apuraba sus últimos días de gobierno Anastacio Bustamante. Entre 1821, año de la Independencia de México, y 1864, año de la llegada de Maximiliano al puerto de Veracruz, el país zozobra políticamente y entre el desconcierto medio centenar de presidentes se alternan en el poder. Sólo Benito Juárez pareció poner orden con una Constitución (1857) otorgando más libertades civiles, pero el pugilato entre liberales y conservadores desembocó en una guerra civil. Entretanto, Juárez dictó las leyes de Reforma (1859), que acotaron el poder del clero e iniciaron un cambio de mentalidad en todos los órdenes. Este conjunto de decretos, que incluyó la nacionalización de bienes eclesiásticos, el matrimonio civil y la libertad de culto, fueron considerados una reacción contra la esclavitud física y espiritual que habían sufrido históricamente los mexicanos y un espaldarazo para conquistar una independencia verídica. Pero, en 1961, Juárez suspendió el pago de los intereses de la deuda extranjera y la decisión encendió a las potencias europeas, especialmente a Francia, Gran Bretaña y España, que se enzarzaron en una rabiosa lucha para defender sus empresas e inversiones en México. Es Napoleón III quien con más ahínco mostró su fiereza –en juego estaba la explotación de minas en el noroeste del país– dirigiendo sus tropas hasta la misma Ciudad de México tomando el Zócalo en junio de 1863. Ante el belicoso panorama, Juárez y su gabinete desertan y el rey galo, apoyado por el bloque conservador, encarga al archiduque Fernando Maximiliano que acepte el trono de México. Maximiliano y su esposa, la princesa Carlota Amalia, hija del rey Leopoldo I de los belgas, fueron recibidos sin grandes fastos a su llegada al puerto de Veracruz a bordo de la Novara y, lo que es peor, llegaron escoltados por una bandada de zopilotes, buitres negros americanos que vuelan con la carroña colgando de sus garras y son símbolo de mal augurio. Nada bueno esperaba a Maximiliano y Carlota…

Me alegró recordar este episodio con Bella Panadera, sobre todo después de saber que en breve emprenderá uno de los viajes de su vida. Tiene previsto viajar a Nueva York y desde allí emprender una travesía en coche hasta Querétaro, cumpliendo así el sueño de visitar a sus dos lazarillos del Camino de Santiago. Gracias, Marta, por tus amables palabras sobre ‘Amarás América’ y por animarte a descubrir México, un país enérgico y con muchas cosas buenas, en esa andadura que ensanchará aún más tu corazón.

Manuel Madrid 30/11/2014

La heroicidad del silencio en ‘Amarás América’. Por Blanca Pérez de Tudela (Trabajo para la UMU de una futura periodista)

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Hace unos días recibí un correo electrónico de una joven estudiante de Periodismo en la Universidad de Murcia (UMU): Blanca Pérez de Tudela. La conocí este verano en ‘La Verdad’, donde estuvo realizando prácticas durante los meses de julio, agosto y septiembre. Trabajamos codo a codo esos días resguardados de la canícula estival en la Redacción, donde todo el año se siente un frío polar, y tuvimos ocasión de hablar de nuestros gustos y preferencias literarias. Blanca pertenece a La Molineta Literaria, foro de tertulias de Molina de Segura impulsado por escritores como Manuel Moyano y Paco López Mengual. También tiene un blog, y suele publicar artículos para la revista digital ‘C’mon Murcia!’ (http://cmon.fcdmurcia.es/author/perezdetudela/), blog creado por alumnos de la Facultad de Comunicación y Documentación de la Universidad de Murcia.

Y mi sorpresa, ¡qué alegría más grande!, ha sido doble. Por un lado, me agradó de veras conocer que había leído con mucho interés ‘Amarás América’. Y en segundo lugar me ha dejado sin palabras saber que ha realizado un trabajo de 20 páginas sobre el libro, algo que uno nunca espera y que agradezco sinceramente, para la asignatura de Reporterismo que imparte Felipe Julián Hernández Lorca (Molina de Segura, 1945), profesor de la Facultad de Comunicación y Documentación de la Universidad de Murcia.

Gracias, Blanca, por el interés en conocer más a fondo este proyecto y por haber creído que ‘Amarás América’ reúne las condiciones para ser objeto de estudio. A continuación, quiero compartir con vosotros parte de este trabajo, que es mucho más extenso. He seleccionado el análisis que ha realizado, donde Blanca desvela su insondable capacidad para leer entre líneas y extraer, como una hábil recolectora de ideas, el trigo de la paja.

Toda la suerte del mundo para ti, escojas el camino que escojas.

Manuel Madrid / Noviembre 2014

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ANÁLISIS DE ‘AMARÁS AMÉRICA’

LA HEROICIDAD DEL SILENCIO. Por Blanca Pérez de Tudela (UMU)

Blanca Pérez de Tudela con un ejemplar de 'Amarás América'

Blanca Pérez de Tudela con un ejemplar de ‘Amarás América’

Las páginas de ‘Amarás América’ aúllan. Manuel Madrid, un periodista en el sentido más fiel de esta palabra, emite quejidos inconfundibles. Camila Coimbra, Jussara Robertina, doña Panchita, Rondinho… Sus lamentos nos acompañan a lo largo del camino de esta lectura, y sus gritos de socorro nos arrastran hasta una América Latina que esconde en sus entrañas mucho más de lo que muestra en su superficie. De la mano de unos personajes en permanente huida que pretenden dejar atrás enemigos visibles e invisibles, pero que realmente de lo que escapan desesperados es de sí mismos, Madrid nos acerca a las realidades de tres países latinoamericanos: México, Brasil y Bolivia.

Asegura el autor que este libro es “un homenaje a toda esa gente que lucha por sobrevivir y por vivir de una manera más digna”. No yerra al ver ‘Amarás América’ como una ofrenda a estos pueblos que retrata a través de su observación despierta. La mirada es, sin duda, una de las herramientas más importantes de un periodista y los ojos verdosos de Manuel tienen la agudeza y el brillo de un buen informador. Mira no sólo como un periodista, un analista y un sociólogo. Con su vista es capaz de trasladarnos y analizar los melodramas interconectados entre tres países latinoamericanos, aportando siempre ese atisbo de esperanza que cabe en la fe de creer en el cambio y en la mejora personal. Aprendemos en estos viajes que el destino está dentro de uno mismo, aunque para llegar tengamos que rebasar las muchas trabas que encontramos fuera.

Todo el que haya leído a Manuel Madrid en la cotidianidad de la actualidad murciana que nos ofrece a través de las páginas del centenario periódico ‘La Verdad’ conoce en su pluma una sutileza acertada y ágil. En esta obra, además, Manuel nos da la excusa perfecta para confirmar su calidad narrativa. Su relato es ameno y cercano, sencillo, llano, pero al mismo tiempo cuenta en sus párrafos con la belleza del estilo literario, llegando en muchas de sus descripciones a elaborar poesía en prosa.

La narración de este libro es también una buena jugada del autor. Atrapa al lector a base de historias con un alto interés humano y las contextualiza trasladándonos hasta la historia de sus pueblos. Manuel hace en estas casi 400 páginas una excelente elaboración de síntesis histórica, y logra recoger interesantes partes de las memorias de tres países ricos en tradiciones, leyendas, y realidades pasadas cautivadoras.

No olvida tampoco la riqueza del patrimonio de estos países. Pone al lector la miel en los labios dibujando en su imaginación paisajes hermosos, edificios impactantes, poblados amables,… que sin duda abren el apetito del que está tras las páginas, despertando en él un interés por viajar y conocer en primera persona esos lugares que está descubriendo a través de las páginas de un libro.

Personajes como Celina Valadez, la hermana Luz o Neuza encarnan, parafraseando al propio autor, la “heroicidad del silencio”. Es necesario que gran parte de la escena narrativa del libro esté dedicada a personalidades cándidas, comprometidas, activas y francas, pues a través de ellas el autor consigue mostrar el importante papel que juegan las ONG en estos países. El rol de estas organizaciones es, además, fácilmente trasladable a realidades más cercanas al lector lo que le ayuda a empatizar con los personajes de la obra. No sé si cuando se lee ‘Amarás América’ se aprende a querer a este continente, al fin y al cabo ‘amar’, y sobre todo, hacerlo bien, siempre ha sido un ejercicio complicado para el ser humano. A lo que sí nos enseña Manuel Madrid en esta lectura es a interesarnos por la sustantividad de muchas personas, de muchos ‘héroes de lo cotidiano’ y supervivientes de barriadas empobrecidas y desgraciadas. Logra, pues, a través de un excelente ejercicio periodístico, fortalecer sociedades e hinchar corazones.

 

María Acho: los generosos silencios de una comunicadora social que promueve el multilingüismo en Bolivia

Rosemary y María Acho, en el restaurante 'Cal y canto', en La Paz. 2008

Rosemary y María Acho, en el restaurante ‘Cal y canto’, en La Paz. 2008

Está a punto de finalizar este julio reseco y ventoso -¡es maravilloso ver cuán alto y frondoso es capaz de crecer un maizal en la huerta de Murcia!- hoy he recordado a María Acho. Ha sido un momento placentero, porque María siempre fue un gran apoyo para los voluntarios internacionales que han visitado Bolivia. En mi caso, como no podía ser menos, he dedicado un capítulo de ‘Amarás América’ -en la tercera parte, en ‘El beso de la Pachamama’- a su labor. Recientemente, allá por primeros de año, visitó España, y disfrutó en Murcia de nuestro invierno, tan risueña, comedida e inteligente, pues los inviernos andinos, rodeados de nevados míticos como el Illimani y el Sajama, poco tienen que ver con los nuestros…

María era, y sigue siéndolo, afortunadamente, la responsable del área de Comunicación Social de la Fundación Machaqa Amawt’a, una figura capital para difundir el trabajo que realizaban todos los equipos de la hermana Luz en pro de la educación en el altiplano boliviano. Cuando Gloria y un servidor visitamos Bolivia en 2008 María coordinaba dos publicaciones anuales de más de cien páginas, con tamaño «de medio oficio», como un folio A-4, y tapas de papel de color: ‘Machaq Amuyt’Awi’ (‘Nuevo Pensamiento’), considerada la primera revista de educación alternativa en Bolivia, era el altavoz del Centro de Educación Técnica, Humanística y Agropecuaria de Corpa y llevaba 30 años imprimiéndose y provocando el dialogo y la reflexión en torno a la educación con identidad cultural; y ‘Thakhi’ (‘Camino’), que nació en 2006 con el apoyo de la Comisión Episcopal de Educación para promocionar las actividades que organizaba el Centro de Apoyo Educativo Machaqa para afrontar los desafíos del presente y del futuro en la región de Jesús de Machaca. María organizaba los contenidos de cada número, recordaba a los colaboradores la fecha de entrega de los trabajos, seleccionaba y revisaba los textos, realizaba y retocaba las fotografías que ilustraban los artículos, escogía titulares y sumarios y era quien batallaba en la imprenta para que todo apareciera perfectamente maquetado y en su sitio.

Teo, Mamá Acho y Leo, en la 'rutucha' (rito de entrada a una comunidad) de Raissa, en nuestro pisito de La Paz. 2008

Teo, Mamá Acho y Leo, en la ‘rutucha’ (rito de entrada a una comunidad) de Raissa, en nuestro pisito de La Paz. 2008

Una labor silenciosa que apenas tenía reconocimientos. «Hacer cada revista es como un parto», confesaba María. «Todos nuestros técnicos en los proyectos son aimaras y tienen muchas dificultades para escribir en castellano, así que es todo un logro que salga cada número. Por eso cada vez que se publican las challamos con alcoholcito para que sirvan y den nuevos frutos». En las miles de páginas que se habían publicado desde 1978, ‘Machaq Amuyt’qwi’ había contado prácticamente la historia de Machaca de las últimas tres décadas, tratando de recoger sus preocupaciones y aportar soluciones a sus conflictos cotidianos, infundiendo ánimo a la población y corroborando que la educación y la organización de los pueblos indígenas son los mejores aliados para su supervivencia. En el proceso de creación de estas publicaciones colaboraban los facilitadores y responsables de los programas de los centros educativos, que pormenorizaban las actividades, metodologías, resultados, logros y dificultades encontradas en sus trabajos. De igual modo, a los participantes en los talleres de formación, capacitación, ferias educativas, agropecuarias, campañas de sanidad animal, etc, se les ofrecía esta ventana abierta al mundo para expresar en voz alta su opinión sobre los asuntos que les preocupaban en su día a día. «Hemos rescatado valores de la cultura aimara, hemos teorizado sobre experiencias, hemos contado cómo se alfabetizan las machaqueñas, cómo se organizan los agropecuarios, cómo se crean y gestionan microempresas artesanales, hemos aprendido poemas, canciones e historias que contaban nuestros antepasados, hemos constatado la existencia de un medio rural con futuro, hemos hecho campaña para la educación cívica y ciudadana, hemos alertado sobre enfermedades infecciosas y parasitarias en nuestros cultivos, hemos apostado por implicar a los machaqueños en la gestión de sus comunidades indígenas, hemos promovido el bilingüismo y la autogestión forestal en los lugares más apartados, hemos orientado a nuestros bachilleres y popularizado las nuevas tecnologías en las áreas rurales y, lo más importante, hemos dado alternativas. Y esto no queda aquí porque vamos a seguir forjando nuevos rumbos y caminando juntos…».

España, 2014.

‘Amarás América’. Viaje a las intimidades de México, Brasil y Bolivia. Disponible en http://www.amazon.es

Como ven, su labor ha sido fundamental para la recuperación y fortalecimiento de los saberes autóctonos de las comunidades indígenas de Bolivia, y por ello en ‘Amarás América’ he querido también que su figura sea de público conocimiento. Así la describo en ‘Los querubines negros del molocotongo’, el último capítulo del libro, en el que narro cómo challamos la casa de La Paz y cómo fue el rito iniciático para dar la bienvenida a la comunidad aimara a Raissa, una nueva integrante. Muchas gracias, María, por seguir pensando en nosotros desde tan lejos…

«María Acho Márquez, la hija de doña Eusebia o ‘Mama Acho’, como la llamaban cuando había que dejar clara su autoridad, había aprendido de su madre una cosa: decir la palabra exacta en el momento oportuno. No era una mujer de arengas facilonas, ni estaba ilusionada por sobresalir en nada, ni siquiera se planteaba la posibilidad de formar una familia numerosa con su Goni, que por entonces se encontraba en Canadá perfeccionando su inglés como le exigía su nueva responsabilidad como alto directivo de otra fundación. Aunque abominara ser considerada una estrella, tenía algo que la convertía en un ser único que reinaba por encima de los demás. Tal vez ese algo que percibimos fueron sus generosos silencios, su agudeza para conciliar, sus ganas de ir más allá de las formalidades, su manera de mostrarse franca, sin recovecos, su transparencia y espontaneidad. Treintañera, dotada de hermosura, coqueta pero sin estridencias, siempre hecha un pincel. Una melena lisa y peinada, piel morena e hidratada; una sonrisa cinematográfica y una delicadeza en los gestos fuera de lo normal. En apariencia, frágil, más por fuera que por dentro. Era una mujer con grandes dilemas interiores y tenía un gran don para disimularlos». 

Agradecimiento a la Fundación Cajamurcia

Manuel Madrid

Agradezco a la Fundación Cajamurcia la oportunidad que me han brindado de presentar ‘Amarás América’ en el Centro Cultural Las Claras el próximo 5 de marzo. Gracias a Pascual Martínez, director de la Fundación, y a Cristina Abellán por apoyar desde el primer momento este proyecto. También hago extensible el agradecimiento a Ángel Campos, director del Centro Cultural Las Claras. A todos ellos, por adelantado, quiero transmitirles todo mi afecto por su incansable respaldo a los murcianos y a la cultura.

En la presentación estarán con nosotros la jefa de Programas Europeos de Jóvenes del Ayuntamiento de Murcia, Teresa Martín Melgarejo, que fue quien me empujó a viajar hasta esa América desconocida que me cautivó y quien me habló por primera vez de esa gente que trabaja en Dinamismo Juvenil, en IDEAIS y en la Fundación Machaqa Amawt’a; el presidente de Proyecto Hombre Murcia, Tomás Zamora, que representa todos esos valores de esfuerzo altruista de los que hablo en el libro, y Alberto Aguirre de Cárcer, director de La Verdad, un periodista que admiro y que me dio la oportunidad de crecer profesionalmente y de aportar a un diario centenario otra sensibilidad informativa.

Librerías donde encontrarás ‘Amarás América’

MURCIA

EDUCANIA-LA TÉCNICA C/ Sociedad, 10. Murcia. Tel. 968 21 40 39  www.educania.com

LIBRERÍAS DIEGO MARÍN Calle La Merced, 9, Murcia. Tel. 968 24 28 29  www.diegomarin.net

LIBRERÍA RAMÓN JIMÉNEZ Soportales de la Catedral. Murcia. Tel. 968 21 26 57

EL CORTE INGLÉS Gran Vía Escultor Salzillo. Murcia. Tel. 968 29 80 50 www.elcorteingles.es                                       

CARTAGENA

LIBRERÍA CENTRO. C/ Santa Florentina, 25. Tel. 968 50 21 73       

ARGENTINA (Buenos Aires)

LA VACA MARIPOSA (LIBRERÍA ALTERNATIVA) www.lavacamariposa.com

INTERNET

AMAZON http://www.amazon.es