¡Una alegría inmensa! El Club de Lectura de la Biblioteca Pública de Puente Tocinos selecciona ‘Amarás América’ como lectura de verano

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Ejemplar de 'Amarás América' en la exposición de obras recomendadas de autores murcianos en la librería Educania de la calle Sociedad, Murcia.

Ejemplar de ‘Amarás América’ en la exposición de obras recomendadas de autores murcianos en la librería Educania de la calle Sociedad, Murcia.

Con alegría hemos recibido la noticia de que el Club de Lectura de la Biblioteca Pública de Puente Tocinos (Murcia) ha seleccionado ‘Amarás América’ como lectura de verano. Deseo expresar mis felicitaciones al equipo de coordinación por esta decisión, y confío en que este libro resulte para todos los nuevos lectores una aventura inolvidable. Por supuesto que ya me he comprometido a asistir en otoño a un encuentro con los miembros del Club de Lectura para intercambiar opiniones sobre los tres relatos periodísticos que componen esta trilogía de viajes al corazón de América Latina: ‘El abismo chilango’, sobre la labor titánica de organizaciones civiles como Dinamismo Juvenil para invertir la realidad de los arrabales de la Ciudad de México como La Pastora y que sus habitantes puedan vivir en paz y con igualdad; ‘La curva de los pirilampos’, la historia de siete mujeres vinculadas al Instituto IDEAIS que luchan por ilusionar a las nuevas generaciones consumidas por la droga en el estado de Río de Janeiro, y ‘El beso de la Pachamama’, una incursión en la Bolivia indígena, donde instituciones como la Fundación Machaqa Amawt’a están trabajando de forma denodada para la recuperación y fortalecimiento de los saberes de los pueblos originarios. Tres países unidos por la esperanza y el amor, frente a los que se empeñan en perpetuar en ellos la división, la violencia y el dolor.

‘Amarás América’ forma parte de un proyecto de Educación para la Comunicación que deseamos que crezca en el tiempo, que se amplíe a nuevas geografías y ojalá que en un futuro esa ilusión por el periodismo y por la paz y la igualdad nos lleven a otros lugares donde la realidad tropieza con la incomprensión, el abuso y la violencia ejercida desde todas las formas posibles. Ansiamos que este proyecto, gracias a todos, no muera nunca.

Manuel Madrid 07 /07/2015

Díaz-Balart: «Es muy enriquecedor el abanico de relaciones y de gente que ‘Amarás América’ nos pinta» (Crónica de un encuentro mágico en la Embajada de México)

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Mirta Núñez Díaz-Balart, Manuel Madrid y Eloy Barajas, en el Insituto Cultural de México en España. Embajada de México. Madrid. 06/05/2015

Volver a encontrarte con gente conocida es más que gratificante. Es una sensación difícilmente descriptible, sobre todo cuando los que se encuentran son dos personas que tuvieron una relación circunstancial y cuyos caminos se cruzaron por casualidad una vez.

El miércoles pasado volví a abrazar a Mirta, la profesora Mirta Núñez Díaz-Balart, directora de la Cátedra Complutense de Memoria Histórica del Siglo XX, que fue mi profesora de Historia de la Comunicación en mis tiempos de estudiante de Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Información en la Universidad Complutense. Había pasado mucho tiempo. Demasiado. Yo creo que por lo menos 15 años, pero el miércoles nuestros caminos, de nuevo por casualidad, se cruzaron en tierra mexicana. Así me lo certificó Eloy Barajas, coordinador de Humanidades y de la Biblioteca Octavio Paz del Instituto Cultural de México en España, que acogió la presentación de ‘Amarás América’ en Madrid. Y fue en suelo mexica, porque como me recordó Eloy, al territorio que ocupa una embajada se le considera territorio propio del país que representa, y en este caso la Embajada de México fue el escenario escogido para este reencuentro fraterno entre la profesora y su antiguo alumno, y también un motivo para que todos aquellos que nos acompañaron tuvieran la oportunidad de vivir y de sentir mucho más de cerca esas vivencias de esos veranos de aprendizaje cooperativo por lugares y nombres de México, Brasil y Bolivia. Un reencuentro con magia. Hay momentos en la vida que no tienen precio.

Gracias a todos los que se animaron a compartir esa noche de emociones y de inmensa felicidad para todos. Vi a Mirta realmente sorprendida y encantada por la invitación, porque además coincidió que nos visitaron otros antiguos compañeros de clase como Carmina, Alberto, Felipe… Fue realmente increíble poder organizar este acontecimiento en Madrid para coincidir con todos ellos y recordar también hazañas estudiantiles. Le comenté a Mirta que asociaba su figura a un trabajo que realicé para ella en la Facultad sobre el desembarco español en Alhucemas en 1925 y un personaje capital de la historia del efímero Reino del Rif, que fue Abd-el Krim. Mirta es un mujer luchadora y valiente, servicial y con carácter batallador, algo que confirmé que no ha perdido, y me dio gusto comprobarlo. Quería agradecer asimismo a todos mis amigos y familiares madrileños que pasaron por la Embajada de México para saludarnos, y especialmente quise dedicar este acto a Antonio Macías, el sabio cartagenero que me llamaba graciosamente «el pequeño Azorín«, y que me animó reiteradamente a presentar en Madrid este libro de viajes a las intimidades de tres países, un libro sobre gente corriente de América; era un amante del continente de la serpiente emplumada, de las montañas turgentes y de la mixtura de razas, y hubiera sido una gran satisfacción que hubiera vivido para disfrutarlo. A él, y a la pequeña Alicia, que ha nacido para hacer más hermoso este mundo, dediqué mi discurso en esta noche de reencuentros y de emociones a flor de piel. A todos, realmente, ¡¡¡Gracias!!! Y a los ausentes también gracias, estabais en mi corazón…

Por supuesto, también mi enorme gratitud a Azucena Madrid, apoyo indispensable en esta labor de divulgación de este proyecto de educación para la comunicación.

A continuación os traslado las palabras que comentó Mirta en el acto, deseando que sea también para vosotros, queridos lectores, una oportunidad para revivir ‘Amarás América’:

«Tengo que agradecer que Manuel me haya invitado porque los alumnos normalmente se acuerdan de uno no muy a menudo y para malo, y que se acuerden de uno y para bien es una gran satisfacción. Manuel está trabajando en medios desde que salió de la Facultad, con lo cual doblemente enhorabuena. Me ha proporcionado la oportunidad de profundizar en este libro, que me da la satisfacción de hablar de América Latina, porque en España no se habla en la medida de los vínculos que tenemos y que realmente esos vínculos históricos y de todo tipo son los que ponen a España en la historia universal, y creo que eso ocupa casi nada de la docencia en España, y casi del aprendizaje desde la Secundaria. Es realmente interesante hablar de lo que ocurre en América Latina, y sobre todo utilizando el concepto América, porque como estamos en esta parte del mundo la influencia anglosajona es muy poderosa, y sobre todo el monopolio del concepto América, que es de Estados Unidos, y Manuel lo utiliza correctamente. ‘Amarás América’ habla de la América profunda, de la América real, y de todos esos cambios que se están produciendo, y de los que nos llegan pocas noticias en España y deberían ocupar más importancia, y relacionada no solo con nuestra historia y con nuestros vínculos, sino con todos los cambios políticos que están produciéndose.

Manuel hace una especie de crónica muy moderna, al estilo del Nuevo Periodismo norteamericano, con un lenguaje muy rico, y a mis alumnos se lo voy a decir. Nos quejamos los profesores muchas veces de que nos llegan alumnos con pocos conocimientos culturales, que hay poca lectura. Manuel ya no está en mis manos, pero si estuviera en mis manos le diría: ‘¡Qué bien que escribe este chico y qué leído que es este chico!’. Las lecturas permiten algo importante, que es profundizar en las realidades y entender mejor lo que pasa en México, en Brasil y en Bolivia. ¿Cuántas noticias nos llegan de Bolivia? Ya se pasó la pasión, en positivo o negativo, por Evo Morales. ¿Qué noticias nos llegan de México? Yo he tenido el gusto de ir a México varias veces, y tiene lo que se decía antes ‘mala prensa’. Y es difícil romper esa imagen de la delincuencia. Pero en México, como otros países, hay que tomar precauciones, uno no puede ir a lo tonto por el mundo, debe saber en qué mundo vive, y no se puede hacer turismo de la miseria ni de la delincuencia. Y los periodistas con más razón. Y lo que nos presenta Manuel en este libro son las estructuras que están en cuestión en estos países, desde el Brasil de Dilma Rousseff a la Bolivia de Evo. Está claro que algo está cambiando en El Alto cuando no triunfó el candidato de Evo. Y México es inmenso, tan variado y tan rico en todos los sentidos, y los lazos son tan profundos, que ese México que nos presenta es un punto de partida para ahondar en su realidad y en su futuro. Por ejemplo, habla este libro de algo importante que no dicen las crónicas que nos llegan de México, que es por ejemplo que no exista un seguro social de calidad, y las carencias que eso genera. A veces, cuando uno lee el libro dice, mira, la crisis la pasaron allá antes que nosotros… La crisis o el neoliberalismo a ultranza sobre una población en situación económica, si no dramática sí seria. Las bolsas enormes de pobreza… Y la riqueza que se ve a través de esos programas de voluntariado en los que participó en varias ONG que es como la redención a través de la cultura, o del periodismo. Ahí se detalla, profundizando con jóvenes en situación conflictiva, en riesgo, todo lo que estamos viendo en los programas de televisión ahora en España, jóvenes que han caído en la droga con un entorno familia no ya abismal, sino un pozo muy hondo. Las ONG están haciendo en muchos casos el papel del Estado, y esa ausencia del Estado provoca situaciones terroríficas para muchas personas. Me alegro de que Manuel haya desarrollado esa labor, y es muy bonito y enriquecedor el abanico de relaciones y de personas que nos pinta en ‘Amarás América’.

Luego cada país es muy diferente. Es interesante el indigenismo de Bolivia, de ese 75% de la población, que es bastante alto, y cómo en determinados puntos se han autogestionado. El Alto debe ser un sitio tremendo, a 4.000 metros de altura, y sin un árbol, que a mí eso me pone los pelos de punta, porque hay muchos alcaldes arboricidas como aquí. Se habla de que en Bolivia hay conflicto porque han intentado cambiar, que es lo que ha hecho Evo Morales. Prescindir de las élites tiene un coste social. Y me llama la atención que Bolivia tenga ese alto nivel de sindicalismo y también la contraofensiva ideológica por cómo se ha recortado el poder de las élites.

El panorama que Manuel pone de cada país es de abajo a arriba, no de arriba a abajo, y nos explica cómo están cambiando las cosas. Y no sé si lo que él refleja de ese drama social es una conclusión con lupa, con microscopio. Supongo que uno de los problemas con que se encontraría es con esos prejuicios acerca de la misión histórica de España en cada uno de estos países. Las naciones hispanoamericanas se crean sobre el imaginario y sobre la realidad de la independencia, y para romper esos vínculos se subrayan los elementos negativos. Y las oligarquías locales han mantenido ese imaginario, cuando ha habido otros colonizadores después de los españoles, y se ha mantenido ese imaginario negativo por interés de esa élite. Se ha dado otra vuelta de hoja con la presencia indígena en los gobiernos políticos, que es algo que viene a partir de los años 60. Hasta entonces, un indígena no llegaba al gobierno de una nación ni de casualidad, y porque estaba limitado desde abajo, desde la Secundaria.

Hablaba Manuel de Abd-el Krim y de su paso por la Facultad. Quizás lo más interesante es que esos trabajos le sirvieron de base para el desarrollo profesional. Es importante que uno tenga estímulos. Y Manuel refleja en esos recuerdos y en esas vivencias esos nexos que estableció allí. Es muy enriquecedor. Muchas veces te animas al ver cómo con pocos medios la gente se tira adelante y no todo es la cuestión económica, sino mantener unos lazos. Detrás de esos paisajes hermosos, de esas culturas exóticas, hay personas que padecen, hay tantos dramas… Y cumplir esa misión de contar esos dramas dignifica la profesión periodística. El problema de la droga, cómo destruye la comunidad, los nexos familiares y de pareja… La Facultad está para la universalización de la cultura, la universidad es lugar de conocimiento, y te da la base para desarrollarte en el futuro. Y luego está la sensibilidad de cada uno. En el libro aparece habitualmente el problema de las familias desestructuradas. Me parece espeluznante lo de Brasil, con esos problemas del narcotráfico y de la prevención y tratamiento de las adicciones, y eso nos da pie a pensar que aquí en España también están esas favelas, con el desmantelamiento de esos supermercados de la droga ahí tan cerca de tu casa…

Manuel, eres muy empático con el objeto de la crónica, y te metes mucho en la piel. Sin duda, ‘Amarás América’, este libro de viajes a las intimidades de México, Brasil y Bolivia, es un reflejo del papel que cumplen los medios, la prensa, para dar a conocer realidades. Y vuelvo a reiterar que para mí que alguien se acuerde de mí es una gran satisfacción».

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De nuevo, gracias a la profesora Mirta Núñez Díaz-Balart por su generosidad y por acompañarme esta noche de recuerdos para la eternidad. Me propuse reivindicar con este libro esa figura del voluntario que se presta a compartir su tiempo con los demás, y yo fui testigo de historias que me contó tanta gente y encontré tanta magia y tal realismo en esos lugares, que no quedaba satisfecho si a la vuelta no trasladaba todas esas vivencias al papel. La esencia del periodismo es captar todo eso que la gente no ve y plasmarlo; es un ejercicio duro revivir historias, y la gran satisfacción es conseguir hacer llegarlo a la gente. El objetivo de ‘Amarás América’ está más que cumplido. «El papel de los medios de comunicación, el papel de la prensa, es dar a conocer realidades. Y vuelvo a reiterarlo», decía Mirta. «Que alguien se acuerde de mí es una gran satisfacción».

Manuel Madrid. 08/05/2015

Presentación en Madrid de ‘Amarás América’: 6 de mayo, a las 19 horas, en el Instituto Cultural de México en España

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Mural 'La revolución contra la dictadura porfiriana', de David Alfaro Siqueiros. Realizado entre 1957 y 1966, se encuentra en el Museo Nacional de Historia del Castillo de Chapultepec en la Sala Siqueiros. México DF.

Mural ‘La revolución contra la dictadura porfiriana’, de David Alfaro Siqueiros. Realizado entre 1957 y 1966, se encuentra en el Museo Nacional de Historia del Castillo de Chapultepec en la Sala Siqueiros. México DF.

El próximo miércoles, 6 de mayo, a las 19 horas, os esperamos en el Instituto Cultural de México en España, en Madrid (Carrera de San Jerónimo, 46), junto a la Embajada de México y enfrente del Congreso de los Diputados. La historiadora Mirta Núñez Díaz-Balart, profesora de Historia de la Comunicación Social de la Universidad Complutense, presentará el libro ‘Amarás América’ (Viaje a las intimidades de México, Brasil y Bolivia), del periodista Manuel Madrid, que recordará algunos de los pasajes más interesantes de su estancia como voluntario en ONG de los tres países y relatará su experiencia como reportero social e impulsor de este proyecto de educación para la comunicación.

'Amarás América' en las calles de Madrid. En la imagen, frente al Palacio de Bellas Artes.

‘Amarás América’ en las calles de Madrid. En la imagen, frente al Círculo de Bellas Artes.

Os esperamos a todos en Madrid… Será una noche muy emotiva y os invitamos a participar. Intentaremos trasladaros, aunque sea imaginariamente, al corazón de una América de carne y hueso que levita con sus mitos y cuya historia discurre paralela a la nuestra. ‘Amarás América’ tenía que ser el libro que a mí me hubiera gustado leer antes de subir a los cerros de la capital mexicana, antes de recalar en esos lugares de incendios y placeres de Río de Janeiro, antes de penetrar en los avisperos de Bolivia… En esas colonias del DF donde lo anormal era llevar una vida normal, lugares proscritos para excursionistas, encontré que hasta los enemigos pueden ser abrazos como amigos… En Brasil, una síntesis de la humanidad entera, conocí ciudades donde acampa el desánimo, la crisis y el vicio, y donde la verdadera mina de oro está entre la gente; ilusionarles fue lo más costoso. En Bolivia me emocioné con tantos corazones de odio en esos territorios rebeldes donde los machaqueños, hartos de tanta discriminación, de impuestos abusivos, se comieron los sesos del corregidor. Muchos miedos sanan viajando, y yo era un periodista miedoso. De hecho, pensé subtitular ‘Amarás América’ como ‘Crónicas de un reportero asustado’…

La memoria es un interminable laberinto al que se abocan miles de recuerdos, y seleccionarlos, organizarlos y plantear una propuesta coherente es siempre lo más difícil. Ojalá te sumes… y te dejes enamorar por México, Brasil y Bolivia. Amarás América…

Manuel Madrid 29/04/2015

Flamencos y pajaritos en el Casino

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Manuel Madrid y Consuelo Mengual con su hermana y su madre, lectoras de 'Amarás América' a las que agradezco también el apoyo. Foto: Azucena Madrid García

Manuel Madrid y Consuelo Mengual con su hermana y su madre, lectoras de ‘Amarás América’ a las que agradezco también el apoyo. Foto: Azucena Madrid García

Me gustaría dar las gracias a los compañeros periodistas de El Pajarito (www.elpajarito.es) por la reseña del encuentro que realicé con lectores de ‘Amarás América’ en el Real Casino de Murcia. Gracias por el seguimiento, y por el apoyo desde las redes sociales al libro. De veras que os lo agradezco. Aquí podéis pinchar para leer el enlace de la noticia publicada: http://elpajarito.es/cultura/91-literatura/10740-manuel-madrid-comparte-amaras-america-con-los-clubes-de-lectura-del-casino.html Murcia 20/12/2014

El camino de Bella Panadera (una devota de México que prepara su desembarco en América)

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Con Bella Panadera en nuestro encuentro en La Colegiala del Banco de España (Murcia)

Con Bella Panadera en nuestro encuentro en La Colegiala del Banco de España.

Esta semana arrancó con un encuentro inesperado, desayunando con una lectora encantadora a la que conocí en Murcia el día de la presentación de ‘Amarás América’ en el Centro Cultural Las Claras (05/03/2014). Días antes de volver a verla había subido al lugar más romántico de Murcia, justo el único punto desde el que es posible divisar el mar en un día clareado. Fue aún más maravilloso poder hacerlo con Gloria y Marguita, dos amigas con las que comparto desde hace muchos años momentos mágicos de la vida. Aquella mañana caminamos por El Valle; el sendero de Los Carpi nos condujo a ese lugar hermoso donde el ruido de fondo de la ciudad queda congelado al atravesar la cordillera y entregarse a la serenidad de un paisaje lunar. Allí arriba, acomodados entre unas rocas, acogidos por la madre naturaleza, calibramos nuestros estados de ánimo en conversaciones catárticas sobre el amor, los instintos sexuales y la naturaleza de los hombres.

Nos fundimos en un gran abrazo, tras llegar a la conclusión de que la vida es como una carabela que surca olas de bonanza unas veces y otras olas de angustia y desengaño. Lo importante es atravesarlas, resistir a la tempestad con todas nuestras fuerzas y confiar en que hallaremos certezas detrás de lo inesperado.

Cargando con Marguita, un amor de mujer, en El Valle. Fotografía: Gloria Nicolás

Cargando con Marguita, un amor de mujer, en El Valle. Foto: Gloria Nicolás

Eso ocurrió esa mañana de atmósfera espesa, en la que costó que el sol se abriera paso entre un cielo tomado por nubes en contubernio. Tomamos un aperitivo en el Quitapesares, y nos decidimos después a explorar el entorno del Santuario de la Fuensanta y del Monasterio de las Monjas Benedictinas. Nunca había subido a la misteriosa e idílica Casa del Cabildo; ya de lejos me maravillaron sus ventanas con forma de arco de herradura y alfiz rojizo, con una estrella en el enrejado. El edificio, tres plantas, de ladrillo y tonos amarillos, es de lo más coqueto; una buganvilla en plena explosión trepaba por una de las paredes. Hay que andar con cuatro ojos por los escalones, pues lo más probable es resbalar en un descuido. Los miradores ofrecen una panorámica muy hermosa de la vega de Murcia y de su huerta enladrillada (¡tremendo!). Me fascina descubrir en nuestro municipio lugares con semejante magia, y me horroriza al mismo tiempo comprobar la poca delicadeza de sus visitantes; entre las cactáceas y matojos salvajes había una verdadera escombrera: botellas, desperdicios, bolsas de basura… ¿Alguien puede entender tamaña desconsideración? Una pena de las grandes…

Casa del Cabildo. La Fuensanta, Murcia.

Casa del Cabildo. La Fuensanta, Murcia.

Al volver a Murcia pensé que tenía que pulsar a la comunidad de Facebook y conocer si ese lugar que a mí me había resultado encantado era conocido por mis paisanos. Y en mi cuenta subí una fotografía de una parte de la fachada, maravillosa, y pregunté a mis amigos, sin desvelar el nombre, si alguien conocía este emplazamiento. Mi sorpresa fue que se animaron a participar unos cuantos. Prometí que al primero que adivinara el lugar le regalaría un ejemplar de ‘Amarás América’, y la primera persona que contestó a mi llamado fue Marta Eme, como se hace llamar, o la Bella Panadera. Inmediatamente cumplí mi promesa, y quedé con ella para desayunar en su lugar de trabajo: La Colegiala. Escogimos una sucursal al azar, la que está junto al Banco de España, porque es de las que tiene cafetería. Y ahí apareció a las 10 horas, puntual, con una sonrisa apabullante.

Bella Panadera es, en realidad, Marta Molina Martínez, estudiante de 2º de Periodismo en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Murcia, una murciana de 25 años que ha dedicado el último mes y medio a recorrer el Camino de Santiago, desde su inicio en Francia, desde antes de las estribaciones de Roncesvalles. Ha regresado serena, desprendiendo rayos de luz en la mirada, verdaderamente atribulada por todo lo que ha aprendido en cada paso y por las compañías de las que ha gozado hasta donde los antiguos decían que era el fin de la tierra conocida (Finisterre). Hablamos de la escritora María Jesús Juan, autora de ‘Sucedió en Begastri’, a la que conozco desde que fuimos compañeros en el IES Saavedra Fajardo; ahora María Jesús es profesora de Secundaria en el IES Aljada de Puente Tocinos. Marta fue una de sus alumnas y desde que se conocieron son inseparables, y acuden a todo aquello que esté relacionado con los libros y la escritura. Me contó Marta en este encuentro fugaz, entre sorbos de café y bocados a un resucitador croissant, que conoció en su peregrinación a un mexicano de Querétaro, Luis Antonio Valdespino Reyes, y a una cubana residente en Nueva York, Ana Julia, que han sido dos ángeles para ella. Podía recordar perfectamente mil palabrejas mexicanas y una de las que más utiliza ahora es la de «desmadre». «Para los mexicanos todo es madre y desmadre», le dije. Le animé a escribir todas esas peripecias en un blog y espero que lo haga, pues los recuerdos de un viaje pronto se difuminan si no queda rastro escrito.

La ejecución del Emperador Maximiliano es una serie de pinturas que el pintor francés Édouard Manet elaboró entre 1867 y 1869. Representan la ejecución por fulisamiento de Maximiliano I, emperador de México.  Impresionismo. National Gallery de Londres.

La ejecución del Emperador Maximiliano es una serie de pinturas que el pintor francés Édouard Manet elaboró entre 1867 y 1869. Representan la ejecución por fulisamiento de Maximiliano I, emperador de México. Impresionismo. La pintura puede contemplarse en una de las salas de la National Gallery de Londres.

Reímos juntos recordando algunas historias de ‘El abismo chilango’, y le conté que en Querétaro fue ajusticiado un austriaco de rimbombante nombre: Ferdinand Maximilian Joseph von Habsburg-Lothringen, que antes de ser proclamado Emperador de México hizo carrera como comandante en jefe de la flota de guerra de su país, dio la vuelta al mundo con la mayor fragata de vela del imperio austriaco, la Novara, y llegó a ser gobernador de Lombardía y Venecia. ¿Cómo encajaron los mexicanos que un europeo los tutelara de nuevo?, ¿qué necesidad había de importar un soberano de barba rubia? El segundo hijo de Francisco Carlos de Habsburgo y de la princesa Sofía de Baviera nació siendo Archiduque de Austria y príncipe de Hungría y Bohemia en el palacio de Schönbrunn, cerca de Viena, el 6 de julio de 1832. Por entonces, en México apuraba sus últimos días de gobierno Anastacio Bustamante. Entre 1821, año de la Independencia de México, y 1864, año de la llegada de Maximiliano al puerto de Veracruz, el país zozobra políticamente y entre el desconcierto medio centenar de presidentes se alternan en el poder. Sólo Benito Juárez pareció poner orden con una Constitución (1857) otorgando más libertades civiles, pero el pugilato entre liberales y conservadores desembocó en una guerra civil. Entretanto, Juárez dictó las leyes de Reforma (1859), que acotaron el poder del clero e iniciaron un cambio de mentalidad en todos los órdenes. Este conjunto de decretos, que incluyó la nacionalización de bienes eclesiásticos, el matrimonio civil y la libertad de culto, fueron considerados una reacción contra la esclavitud física y espiritual que habían sufrido históricamente los mexicanos y un espaldarazo para conquistar una independencia verídica. Pero, en 1961, Juárez suspendió el pago de los intereses de la deuda extranjera y la decisión encendió a las potencias europeas, especialmente a Francia, Gran Bretaña y España, que se enzarzaron en una rabiosa lucha para defender sus empresas e inversiones en México. Es Napoleón III quien con más ahínco mostró su fiereza –en juego estaba la explotación de minas en el noroeste del país– dirigiendo sus tropas hasta la misma Ciudad de México tomando el Zócalo en junio de 1863. Ante el belicoso panorama, Juárez y su gabinete desertan y el rey galo, apoyado por el bloque conservador, encarga al archiduque Fernando Maximiliano que acepte el trono de México. Maximiliano y su esposa, la princesa Carlota Amalia, hija del rey Leopoldo I de los belgas, fueron recibidos sin grandes fastos a su llegada al puerto de Veracruz a bordo de la Novara y, lo que es peor, llegaron escoltados por una bandada de zopilotes, buitres negros americanos que vuelan con la carroña colgando de sus garras y son símbolo de mal augurio. Nada bueno esperaba a Maximiliano y Carlota…

Me alegró recordar este episodio con Bella Panadera, sobre todo después de saber que en breve emprenderá uno de los viajes de su vida. Tiene previsto viajar a Nueva York y desde allí emprender una travesía en coche hasta Querétaro, cumpliendo así el sueño de visitar a sus dos lazarillos del Camino de Santiago. Gracias, Marta, por tus amables palabras sobre ‘Amarás América’ y por animarte a descubrir México, un país enérgico y con muchas cosas buenas, en esa andadura que ensanchará aún más tu corazón.

Manuel Madrid 30/11/2014

México lindo y que(he)rido (Ahora y en la hora de nuestra muerte…)

Altar de muertos dedicado a Cantinflas. Museo Ramón Gaya (Murcia, España). 01/11/2014

Altar de muertos dedicado a Cantinflas. Museo Ramón Gaya (Murcia). 01/11/2014 Fotografía: Manuel Madrid

México es un país de tradiciones misteriosas, y hoy, 2 de noviembre, es el Día de los Muertos, una jornada dedicada a honrar a los que una vez estuvieron vivos y que hoy son pura calavera, puro recuerdo. La muerte para los mexicanos no es el final de nada, sino el inicio de un nuevo ciclo. La rueda de la vida gira, y la muerte es un paso más. Tras la luna vendrá el sol. La oscuridad dejará paso a la claridad. La muerte será también vida eterna… En los altares de difuntos encontramos fotografías de aquel ser amado que nos dejó plantados un día, y elementos indesligables de la gastronomía mexicana, como el maíz y el fríjol, botellas de tequila y cerveza, refrescos, panes, objetos de cerámica y las curiosas «catrinas», mujeres de la alta sociedad, que emulan al personaje de Catrina del Monumento a la Revolución, obra del grabador y caricaturista José Guadalupe Posada.

Cartel de una exposición en Chicago dedicada a Posada y su personaje de Catrina

Cartel de una exposición en Chicago dedicada a Posada y su personaje de Catrina

En este día muchos mexicanos se disfrazan de «catrinas», y ayer en el Catrina Fest se batió un Récord Guinness en la Delegación Cuauhtémoc de la Ciudad de México, con 509 personas caracterizadas a la manera de la Catrina original, con dibujo de corazón, telaraña o flor en la frente y barbilla, vestido de gala, sombrero de ala ancha, y estola de plumas. Para los mexicanos es una burla hacia las élites, pues en el fondo, lo sabemos, la muerte nos hermana, y, ricos o pobres, al morir todos vamos a ser iguales. Esta tradición no tiene nada que ver con una burla a la muerte, pues todos lloramos cuando nos pega, pero sí es una manera de reafirmar una tétrica tradición y preservarla, generación tras generación. El Nobel de Literatura Octavio Paz captó perfectamente el alma de su pueblo, y en ‘Amarás América (Viaje a las intimidades de México, Brasil y Bolivia)’ recuerdo una de sus reflexiones, que pueden releer en el ensayo ‘Máscaras mexicanas’, dentro de la colección ‘El peregrino en su patria’. Decía así:

«(…) Viejo o adolescente, criollo o mestizo, general, obrero o licenciado, el mexicano se me aparece como un ser que se encierra y se preserva: máscara el rostro, máscara la sonrisa. Plantado en su arisca soledad, espinoso y cortés a un tiempo, todo le sirve para defenderse: el silencio y la palabra, la cortesía y el desprecio, la ironía y la resignación. Tan celoso de su intimidad como de la ajena, ni siquiera se atreve a rozar con los ojos al vecino: una mirada puede desencadenar la cólera de esas almas cargadas de electricidad. Atraviesa la vida como desollado; todo puede herirle, palabras y sospecha de palabras (…)»

Altar de muertos del Museo Ramón Gaya de Murcia, realizado por mexicanos residentes en Murcia. A izquierda y derecha, obras del genial pintor murciano que se exilió a México en 1939, al poco de acabar la Guerra Civil española. 01/11/2014

Altar de muertos del Museo Ramón Gaya de Murcia, realizado por mexicanos residentes en Murcia. A izquierda y derecha, obras del genial pintor murciano que se exilió a México en 1939, al poco de acabar la Guerra Civil española. 01/11/2014

En esta entrada aprovecho para felicitar a todos los mexicanos por perpetuar esta tradición de venerar a sus muertos, con esa maravillosa creatividad con la que acostumbran a sorprendernos. Y quería citar que en el Museo Ramón Gaya de Murcia, donde se recuerda la obra y la vida de nuestro pintor, cuya relación con México se remonta a 1939, cuando llegó al puerto de Veracruz como uno de tantos «intelectuales de fuste» que acogió México tras la Guerra Civil española, todos los años se rememora esta tradición de los altares de muertos. En esta ocasión, los residentes mexicanos en Murcia han recordado la figura del actor Mario Moreno ‘Cantinflas’ (Ciudad de México, 1911-1993), quien elevó a categoría de verbo hablar «de forma disparatada e incongruente sin decir nada», como dice la Real Academia Española de la Lengua del verbo cantinflear. ‘Cantinflas’, «el mejor cómico del mundo», según Chaplin, tuvo la virtud de hacer reír con su palabreo sin sentido en actuaciones imborrables en películas como ‘Gran Hotel’ (1944), ‘Un día con el diablo’ (1945), ‘El señor fotógrafo’ (1952), ‘La vuelta al mundo en 80 días’ (1956), ‘El analfabeto’ (1961), ‘El padrecito’ (1964), ‘Su excelencia’ (1967) y ‘Si yo fuera diputado’ (1951), donde daba vida al histriónico barbero Sevilla que practicaba el ondulado a las señoras, que cambiaba toallas cada tres clientes y tenía champú para los greñudos y boinas para calvos como el pobre Remigio, al que casi degüella desencañonándole la barba con una navajita de afeitar.

Autores del altar de muertos del Museo Ramón Gaya de Murcia. 01/11/2014

Autores del altar de muertos del Museo Ramón Gaya de Murcia (España). 01/11/2014

Felicitaciones al Museo Ramón Gaya por este bonito tributo a uno de los artistas mexicanos más universales, y a sus autores, miembros de la comunidad mexicana en Murcia, por ligar su cultura a la nuestra, y por mostrarnos todo lo rico y todo lo bueno que ofrece México, un país de miedo. Versionando la canción, México, lindo y que(he)rido…

Manuel Madrid                                                                                                                      2 de noviembre de 2014

El 27 de octubre tienes una cita con ‘Amáras América’ en la Biblioteca Río Segura de Murcia

Compartimos hoy con vosotros la información que ofrece la Biblioteca Río Segura de Murcia sobre el Club de Lectura ‘Amarás América’, que tendrá lugar el 27 de octubre. Solo tienes que dirigirte al centro, inscribirte, y podrás tener en tus manos un ejemplar del libro. Te esperamos para comentar los pasajes más interesantes y los intríngulis de este proyecto personal de Educación para la Comunicación del periodista Manuel Madrid.

CLUB DE LECTURA ‘AMARÁS AMÉRICA’                                                               

(Viaje a las intimidades de México, Brasil y Bolivia).

Murcia casco: Río Segura

Fecha: 27-oct-2014

Portada de 'Amarás América', un diseño de David Brugarolas

Portada de ‘Amarás América’, un diseño de David Brugarolas

Amarás América de Manuel Madrid

https://amarasamerica.wordpress.com/

Destinatarios Juvenil y adultos

Asistencia Libre, previa inscripción

Horario 20.00 horas.

Dirección: C/ Cartagena, 74, Módulo 2 30002 Murcia (Murcia)
Tel.: +34 968 351 550
Fax: +34 968 358 371
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Los clubes de lectura son grupos de personas que leen al mismo tiempo un libro. Cada uno lo hace en su casa pero una vez al mes, en un día y a una hora fijos, se reúnen para comentar el libro elegido. En las reuniones se debate sobre lo que se ha leído en casa: el estilo literario, la acción misma, los personajes… y es bastante frecuente derivar desde el libro a las experiencias personales de los miembros del club.

La elección de los títulos, los días y el horario surge del acuerdo entre los lectores, los bibliotecarios y los moderadores (Ángel Salcedo y Carlos Gironés).

Ahora están en funcionamiento 13 clubes de lectura en 12 bibliotecas de la Red: El Carmen * Escritor José Saramago (La Fama) * Río Segura (Cuartel de Artillería) * San Basilio * Biblioteca de Beniaján * Biblioteca de Cabezo de Torres * Biblioteca Pelagio Ferrer de El Palmar * Biblioteca de Javalí Nuevo * Biblioteca de La Alberca * Biblioteca de La Ñora * Biblioteca de Puente Tocinos * Biblioteca de Sangonera La Verde

Canciones para leer y disfrutar de ‘Amarás América’. MÉXICO VOL. 1

Chavela Vargas, en Madrid, en un recital en los años 70. Foto: EFE

Chavela Vargas, en Madrid, en un recital en los años 70. Foto: EFE

En próximas entradas voy a recomendaros algunas músicas que pueden acompañaros en la lectura de ‘Amarás América’. Todas ellas son canciones de las que hablo en las tres partes del libro: ‘El abismo chilango’, sobre la realidad de las colonias más depauperadas y violentas de la Ciudad de México; ‘La curva de los pirilampos’, relato sobre la lucha encarnizada contra las drogadicciones en la ciudad de Volta Redonda, en el estado de Río de Janeiro (Brasil), y ‘El beso de la Pachamama’, radiografía de la Bolivia indígena a través de las poblaciones aimaras de La Paz, El Alto y Jesús de Machaca.

‘Amarás América’ es un trabajo realizado a lo largo de varios años dentro de un proyecto personal de educación para la comunicación y condensa en casi 400 páginas la labor de voluntariado y cooperación que realicé en tres organizaciones sociales de México (Dinamismo Juvenil), Brasil (IDEAIS-Instituto de Desarrollo, Estudios, Acciones e Implementaciones Sociales) y Bolivia (Fundación Machaqa Amawt’a). Es una aproximación a América a través de los hombres y mujeres que me acompañaron en aquel periplo americano en el que la realidad aparece como una escuela de vida. Es un libro para descubrir una América donde las individualidades no triunfan, donde el trabajo comunitario es la base para el desarrollo positivo de las nuevas generaciones. La historia, la cultura y la naturaleza de los pueblos condiciona su manera de vivir y ‘Amarás América’ es, además de un homenaje a gente corriente, una manera de constatar que las sociedades latinoamericanas tienen mucho que aportar al mundo. El mundo debe conocer qué ocurre allá donde la gente ama y sufre en valles, ríos, pampas y montañas. La piel del indio te enseñará todas las sendas que habrás de andar…

Por supuesto, que esperamos tus aportaciones al disco imaginario de ‘Amarás América’: amarasamerica@gmail.com

AMARÁS AMÉRICA SOUNDTRACK. VOL 1 (MÉXICO)

1. ‘Delfino el asesino’, de Sekta Core.

2. ‘Camelia, la tejana’, de Los Tigres del Norte.

3. ‘Gimme the power’, de Molotov.

4. ‘La paloma’, de Sebastián de Yradier y Salaverri, en ‘Juárez’ (1939).

5. ‘The floating bed’, de Elliot Goldenthal. BSO ‘Frida’.

6. ‘Chilanga banda’, de Café Tacvba.

7. ‘Las golondrinas’, por Pedro Infante.

8. ‘La gata bajo la lluvia’, de Rocío Dúrcal.

9. ‘Que te vaya bonito’, por Chavela Vargas.

10. ‘Rata de dos patas’, de Paquita la del Barrio.

Carta de la poetisa y filóloga Carmen Arcas: «Amarás América está lleno de minirelatos amenos y sabrosos»

Comparto hoy con vosotros un correo electrónico que me ha llegado de una lectora que asistió a la presentación de ‘Amarás América’ en Cartagena y que después de leer el libro de cabo a rabo ha querido hacerme llegar estas palabras tan cálidas como amables. Aprovecho para confesar mi admiración por ella. Es Carmen Arcas Ruano (Águilas, 1941), doctora en Filología Románica, catedrática en el IES Jiménez de la Espada de Cartagena y autora de varios libros de poesía (‘Más allá de la imagen’, 1977; ‘Reiterado naufragio’, 1980; ‘Cuerno de mar’, 1992), novelas cortas (‘Aquí todo era noche’, 1986), e interesantes ensayos, estudios y trabajos de investigación, como ‘Aníbal, el hombre y su máscara’ (1983). Mucho interés en que nos conociéramos ha puesto la escritora cartagenera María Teresa Cervantes, y me alegro tanto por ello, porque he descubierto en ellas a dos mujeres enamoradas de la palabra. Necesitamos gente como ellas, mujeres que lo dicen todo con solo conjugar un verbo, con apenas asomar por sus labios encantamientos apalabrados. Tanto tenemos que aprender de ellas, tanto nos tienen que dar, que solo me queda animarlas a seguir apoyando la literatura y a los jóvenes autores que entramos en este mundo a ciegas. Seguiremos, con ilusión, vuestra senda…

Aquí os dejo la carta de Carmen Arcas, que espero que disfrutéis tanto como yo:

‘Por gusto’…

«Hola, Manuel: He leído con mucho gusto tu libro pues desde el primer momento empecé a disfrutar con él. A mí también me llama poderosamente la atención Hispanoamérica. Hice mi tesis doctoral sobre la estructura de la novela ‘Pedro Páramo’, de Juan Rulfo, y me hubiera encantado ir a México entonces. Ahora ya he renunciado pero sigue vivo mi interés; así que pese a lo denso de tu texto, lo he saboreado porque tiene una frescura extraordinaria y está lleno de minirelatos amenos y sabrosos. Me dio pena terminarlo y no descarto para cuando haya ocasión una segunda lectura. Me he emocionado, me he reído y he aprendido cosas. Te doy las gracias por haberlo escrito. No sé qué parte es mejor si México, Brasil o Bolivia. Lo he pasado muy bien e incluso le contaba a mi marido cosas de las que leía… De nuevo mi agradecimiento por él. Besos de Carmen Arcas«. 

Me gustaría, de nuevo, felicitar a Carmen por su dedicación a la literatura, porque aunque es una tarea sacrificada e ingrata, a veces, al final recompensa de forma supina recibir mensajes de ánimo de lectores. Solo por uno de ellos merece la pena seguir. No quería despedirme sin ofreceros uno de los poemas de Carmen, recogidos en un libro coral, ‘Poesía en el Archivo 2’, donde entre todos los publicados escojo ‘Raíces’, porque condensa con una sabiduría y una precisión muy hermosas nuestra relación con la tierra:

Piedra del sol (Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México).

Piedra del sol (Museo Nacional de Antropología de México DF).

‘RAÍCES’

Carmen Arcas Ruano

Esta tierra que piso

es toda muertos.

Puñados de ceniza

amasados con soles

y con lluvias.

Por los pies me penetran

las raíces

de esas vidas ocultas.

Raíces

me trepan los talones

y crecen

muslo arriba.

En busca van del corazón.

Argentina en la memoria

Tono Calleja, Manuel Madrid, Victoria Galindo y Francisco Sánchez, en el Canal Beagle. Tierra de Fuego, Argentina. Agosto de 2004.

Tono Calleja, Manuel Madrid, Victoria Galindo y Francisco Sánchez, en el Canal Beagle. Tierra de Fuego, Argentina. Agosto de 2004.

Estoy infinitamente agradecido a Paco Sánchez, compañero periodista, con tantas jornadas a cuestas compartidas, y tantos grandes viajes en el recuerdo. Especialmente nos unió aquella expedición que organizamos en 2004 a Argentina, con Victoria Galindo, otra reportera infatigable que ha dado Molina de Segura, y Tono Calleja, el sabueso asturiano que entonces trabajaba con nosotros en La Opinión y al que acompañamos en la búsqueda de su locuaz familia porteña.

En este artículo publicado en El Pajarito, Paco nos descubre su rigurosa y recóndita memoria, repleta de nombres, historias y lugares que a mí me cuesta retener en ese interminable laberinto que es la cabeza de cada uno, y nos retrotrae a aquel mágico y sensacional verano de 2004 por tierras de fuego y hielo. ¡Mil gracias por tenerme tan presente en tus recuerdos y por tu generosidad!   

Cambalache Por Paco Sánchez (elpajarito.es)

En el corazón de Manuel y de América

(Publicado el jueves, 06 de Marzo de 2014)
“Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas”. La frase se le atribuye al genial escritor uruguayo Mario Benedetti, pero yo le oí explicar a él mismo hace unos años en Murcia que era una frase que había visto escrita en un muro de una ciudad de América Latina. El miércoles pasado, el periodista Manuel Madrid contaba que tras la matanza de estudiantes, a manos del Ejército, en la plaza de Tlatelolco, en México DF, poco antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos de 1968 en esa ciudad, un periódico nacional (el Excélsior) sacó al día siguiente su portada totalmente en negro y con la siguiente pregunta: “¿Por qué?”. Preguntas y preguntas, y de muchas de ellas nunca tendremos respuestas, bien porque no nos las quieren dar, porque no existen, porque nos resignamos a no recibirlas o porque faltan personas con arrojo para arrancarlas.
Manuel Madrid es uno de esos periodistas de raza que hacen falta en el mundo y que no se conforman con lo primero que ve o con lo que le cuentan. Además, es un periodista comprometido socialmente e insobornable. El miércoles presentó en Murcia su libro Amarás América, un viaje a las tinieblas e intimidades de México, Brasil y Bolivia, países en los que colaboró durante tres veranos con varias ONG con su proyecto personal de educomunicación. Es decir, enseñar a jóvenes y a mayores latinoamericanos, entre otras cosas, a hacer de periodistas, a no creerse todo lo que aparece en la prensa, en la radio, en la televisión y en internet y a analizar cómo funcionan los mecanismos de manipulación informativa.
Presentación de 'Amarás América' en el Centro Cultural Las Claras (Murcia)

Presentación de ‘Amarás América’ en el Centro Cultural Las Claras (Murcia). Foto: Gloria Nicolás

Como dice Manuel, su libro (se puede comprar en las librerías Diego Marín, Ramón Jiménez, González Palencia y El Corte Inglés), aparte de ser un homenaje a “esos héroes de lo cotidiano que caen y se levantan y luchan por mejorar el mundo” en Latinoamérica, es también un libro “sobre periodismo y sobre cómo el periodismo bien entendido ayuda a fortalecer las sociedades”. Un buen periodista como Manuel vive al máximo sus viajes y experiencias, pregunta sin descanso y se documenta hasta obtener respuestas. El fruto lo encontramos en Amarás América. Ahí tenemos lectura para rato y una ingente cantidad de vivencias y de datos que nos ayudarán a conocer mejor tres países latinoamericanos casi como si hubiésemos estado allí con el autor. “Las emociones se viven, se sienten, se reconocen, pero sólo una parte de ellas se puede expresar en palabras o conceptos”, afirma la escritora Laura Esquivel. Creo que Manuel ha conseguido vencer en cierto modo esos límites y ese es uno de sus grandes méritos.

Parque Nacional de los Glaciares. Bahía Onelli (El Calafate, Argentina). Agosto de 2004

Parque Nacional de los Glaciares. Bahía Onelli. El Calafate (Argentina), 2004.

Pero no me extraña. Yo mismo tuve la suerte de acompañarle, junto con los periodistas Tono Calleja y Victoria Galindo, en su primer viaje al continente americano en el verano de 2004. Allí compartimos unos días, gracias al empeño de Manuel, con el sacerdote murciano José Alarcón, e intentamos enseñar a los alumnos de varios colegios del estado de Corrientes todo lo que buenamente pudimos sobre el periodismo. Allí, camino de las cataratas de Iguazú, “aquellas jornadas entre sotanas y carpinchos por caminos de arcilla roja y plantaciones de mate, sustento espiritual de los indios guaraníes, encendieron mi curiosidad por este universo consonante al que encontraba en los libros de García Márquez, Carlos Fuentes y Vargas Llosa. El recuerdo de aquella experiencia me motivó para volver a América Latina como reportero y cooperante”, cuenta en su libro.

Pero Manuel ya llevaba en su interior la semilla de su nuevo corazón latinoamericano y creo que siempre tuvo el espíritu indagador que se requiere de un buen periodista. Días antes de impartir nuestros talleres de periodismo en Corrientes estábamos en Ushuaia, la ciudad del fin del mundo, admirando su naturaleza indómita invernal, navegando por el canal Beagle y siguiendo la pista de la historia de Petiso Orejudo, asesino en serie de niños que fue encarcelado en la prisión de aquella ciudad, una de las más duras del planeta. Incluso contaban que los pocos que conseguían escapar acababan volviendo con el rabo entre las piernas suplicando regresar a su celda con tal de no morir de frío y de hambre.
Viqui, Tono y Paco lanzando pidras en el Lago Roca. Parque Nacional Tierra de Fuego. 2004.

Viqui, Tono y Paco lanzando piedras en el Lago Roca. Parque Nacional Tierra de Fuego. 2004.

Allí, en Tierra de Fuego, apenas quedan rastros de los antiguos aborígenes, aquellos que los españoles divisaron por primera vez desde sus barcos calentándose en tierra en torno a las fogatas, alrededor del fuego. Manuel se encabezonó en que deberíamos intentar localizar a algún descendiente de aquellos indios y tal fue su tozudez que acabamos encontrando una pista: “Si quieren saber algo pregunten por la señora Fique o la india Varela, son las únicas que les pueden contar algo”. Lamentablemente, luego nos enteramos de que la india había fallecido recientemente, pero localizamos la vivienda de la señora Fique. Una mujer joven nos abrió la puerta de la casa y al fondo pudimos ver a una anciana recostada en una mecedora. Tenía alzheimer y no recordaba nada.Pero lo intentamos. Manuel nos había contagiado las ansias de investigar y conocer de primera mano algo de la historia del fin del mundo. Por si todavía no lo teníamos suficientemente desarrollado, nos inoculó ese virus benigno en aquel viaje a aquellas tierras heladas y legendarias. Así es el autor de Amarás América y sólo por eso vale la pena leer su libro.

Al final acabamos recorriendo varias librerías de Ushuaia y ojeando libros sobre los yámanas y otros pueblos aborígenes. Por un momento, mi atención se centró en el que al final sería el último libro del escritor argentino Ernesto Sábato. España en los diarios de mi vejez (2004) estaba recién salido del horno. Cogí el libro, le di la vuelta y en la contraportada me encontré con la siguiente frase: «Quisiera morir como un hombre, como he vivido quisiera morir. Quisiera que estuvieran entonces junto a mí quienes me han amado. En la vida llevamos muchas máscaras. Cuando llegue ese día, esa hora, querría no ser engañado, entregarme o ser tomado por la muerte como he sido tomado por la vida”. Mi corazón respiró profundo. Hacía tiempo que no leía una frase tan hermosa. Miré a mis compañeros y sentí el irrefrenable impulso de compartir aquellas letras.
Ahora Manuel Madrid quiere compartir “este viaje por las tinieblas de México, Brasil y Bolivia que cambió mi vida. América, con su desbordante realidad, se instaló definitivamente en mi corazón. Y ahí continúa, palpitando como el primer día”. 
Versión íntegra en El Pajarito: http://elpajarito.es/opinion/357-cambalache/7436-en-el-corazon-de-manuel-y-de-america.html