Cinco semanas en Bolivia con la fotógrafa Gloria Nicolás

Gloria Nicolás con Doña Panchita Tito. El Alto (Bolivia), 2008.

Gloria Nicolás con Doña Panchita Tito. El Alto (Bolivia), 2008.

«La Fundación Machaca Amawt’a (‘nuevo sabedor’, en lengua aimara) nos dio cobijo a la fotógrafa Gloria Nicolás y a un servidor durante 5 semanas entre mayo y junio de 2008 para impartir una serie de talleres de Fotoperiodismo a niños y adolescentes de varios programas educativos de Bolivia, entre ellos los usuarios de los Centros de Recursos Pedagógicos de El Alto, la ciudad más joven del Altiplano andino, a 4.000 metros de altitud sobre el nivel del mar y en pleno invierno por aquellos lares. Los planteamientos indigenistas del líder del Movimiento al Socialismo, Evo Morales, estaban levantando ampollas en un territorio poblado por 36 etnias distintas y donde hasta los años 90 los pueblos originarios no habían tenido protagonismo como sujetos de derecho. Los gobernadores de cinco departamentos estaban entonces promoviendo referéndums autonómicos para frenar el proyecto de Evo de una Bolivia «nueva y fuerte» que asegurara a los indígenas una mayor cobertura en educación, sanidad, vivienda, seguridad ciudadana, administración de justicia e infraestructuras. La tensión era máxima. La pobreza, el racismo, la violencia y la privación de derechos lastraba al estado, que por primera vez en su historia tenía a un gobernante indio y de base sindical y obrera.

En El Alto conocimos a Doña Panchita y así la presento en el libro:

«Las neviscas sobre el lllimani alborotaban tanto el corazón de doña Panchita Tito que cuando reía asomaban sus huérfanos colmillos y ella, irremediablemente, se llevaba las manos a la boca intentando esconder su descalabrada dentadura. Saltaba de pronto a la vista la sospecha de una vida taladrada por el dolor y la rabia: «En mi corazón está escrito lo que me han humillado y lastimado» (…)».