
Socias del Centro Católico de Cultura Popular ‘María Tornel’ del Barrio del Progreso (Murcia), con ‘Amarás América’. Foto: Marga Garrido.
Este miércoles pasado acudí con verdadero entusiasmo a un encuentro con las mujeres del Centro Católico de Cultura Popular ‘María Tornel’ del Barrio del Progreso (Murcia), respondiendo a la invitación de Carmina Tornel, hermana del cura obrero Pepe Tornel, uno de los entrevistados que más me han impactado en la vida por la sencillez y, al mismo tiempo, la hondura de su mensaje. Gracias a mi amiga Marga Garrido por la asistencia técnica prestada, y por sus palabras tan cariñosas y emocionantes, y a todas las mujeres que nos acompañaron en esta velada fraterno-espiritual y periodística, en la que recordamos la entrevista que le realicé en el verano de 2013 a Pepe Tornel, que me dijo algo que no se nos puede olvidar fácilmente: «El poder la impone, pero la mentira no es defendible». Quería recordar aquí también estas palabras suyas que hago también mías:
«Uno pasa a ser agradecido al tener conciencia de tanto dolor, tanta hambre, tanta lágrima y tanta injusticia. Yo me siento impotente de no poder solucionarlo. Eres inhumano solo con no sentirse solidario con los que están sufriendo. Por eso digo que, si se deshumaniza, no vale ninguna religión» /// «La protesta es una condición innata de la persona, sin ella dejaría de perder su identidad. Eso significa [se lleva las manos a la cabeza, cierra los ojos y habla rabioso] que si se deja de protestar ante evidencias tan inmorales, tan detestables, tan rechazables y tan injustas, la sociedad o el pueblo que deja de protestar va perdiendo su identidad comunitaria de pueblo»
Fueron dos horas de intercambio de pareceres y conocimientos sobre el mundo de los medios de comunicación, y hubo ocasión de hablar de muchos aspectos del periodismo que a veces la audiencia desconoce, empezando por algo tan elemental sobre cómo se construye una noticia o cuáles son los mecanismos de la manipulación periodística. Gracias a ‘Amarás América’ he podido llevar este proyecto personal de educación para la comunicación a muchos lugares de América Latina, pero también de mi propia región, y he de decir que en todos ellos me he encontrado con las mismas dudas, las mismas inquietudes, y los mismos y terribles estereotipos sobre la prensa y sus funciones.
Pregunté a estas mujeres del Barrio del Progreso quién es Dios para ellas, y quién creen que es el Dios de un periodista. Para mí, es aquel que narra con fidelidad los hechos que suceden, a sabiendas de que es algo que no siempre se consigue, por voluntad propia o ajena. La función del periodista es perseguir la verdad; plasmar en un relato coherente la verdad; pero para alcanzar la pureza de ese relato, lo verídico, hay que hacer preguntas, escudriñar la información, contrastar, indagar en lo oficial y no oficial, y atreverse a contar aquello que sobradamente se ha conseguido demostrar que se ajusta a la realidad. Desde luego, cualquier relato de los hechos es una aproximación a esa verdad que se persigue. Ellas estaban muy interesadas en conocer qué es noticia, qué diferencia hay entre una noticia, un reportaje, una crónica y una columna de opinión, por qué se confunde con tanta asiduidad información y opinión, qué es el Nuevo Periodismo, qué es el pseudo-periodismo, qué son las fuentes informativas y por qué todos los periodistas tienen, como decía una de ellas, «tantas fuentes». Les hablé sobre los deberes y derechos de los profesionales de la información, sobre la censura, la figura de los ‘gatekeepers’ (seleccionadores de noticias en las redacciones), sobre la teoría de las 5 uves dobles, sobre ética y deontología, sobre el falso romanticismo que envuelve esta profesión… Fue una tarde lluviosa en ideas y reflexiones sobre la prensa y sus intenciones, y creo que al final conseguí lo que buscaba: llamar su atención sobre la importancia que tiene el periodismo en la sociedad, porque como digo en ‘Amarás América’, que es un libro sobre periodismo, que el periodismo bien entendido ayuda a fortalecer las sociedades.
Quise compartir con ellas mi vocación profesional, que desde pequeño me guía por este mundo de la información que es tan complejo de entender pero que es básico para el funcionamiento normalizado de cualquier sociedad. Ya sea en Murcia, en México, en Brasil, en Bolivia, o en cualquier lugar del mundo, son necesarios los periodistas, y todavía creo que es más necesario que se practique un buen periodismo, a pesar de las limitaciones. Quiero compartir con vosotros un texto de Max Weber que he leído recientemente en un trabajo periodístico realizado por mi profesora de Redacción Periodística en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense María Jesús Casals, que sigue siendo para mí un gran faro cada vez que me tuerzo:
Circulan las ideas más extravagantes sobre los periodistas y su trabajo. No todos saben que para realizar un trabajo periodístico realmente valioso se requiere tanto «espíritu» como para cualquier trabajo científico -en particular porque es preciso crear de forma inmediata, como si se obedeciera a una orden, y buscar un efecto inmediato-, aunque las condiciones sean, desde luego, distintas. Casi nunca se presta la debida atención al hecho de que la responsabilidad del periodista es muy grande; por lo general, el sentido de responsabilidad de un periodista honrado no suele estar por debajo del de un científico; más bien, está por encima, como lo ha demostrado la guerra. Sin embargo, sólo retenemos en la memoria los trabajos periodísticos irresponsables, debido a que su efecto suele ser terrible. Nadie cree, por ejemplo, que la discreción de un periodista competente supera, en general, a la de otras personas. Las enormes tentaciones que esta profesión conlleva, y las otras circunstancias que hacen al entorno del trabajo periodístico, producen esas consecuencias que han habituado al público a mirar a la prensa con una mezcla de desprecio… y de miserable cobardía (Max Weber, 1983)
Manuel Madrid 19/03/2015
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Quería dar las gracias, sinceramente, a los Centros Católicos de Cultura Popular por la ejemplar labor que desarrollan en toda España en defensa de la educación de adultos. Conozco los beneficios que aportan a sus socias y, por supuesto, desde ‘Amarás América’, un proyecto altruista de educación para la comunicación, os animamos a seguir ejerciendo esa pedagogía popular basada en las experiencias y en el conocimiento comunitario. Ojalá que cada día llegue vuestro eco a más y más personas necesitadas de apoyo. En vosotros encontrará un gran alivio. Me encanta saber que en vuestros encuentros se habla de Paulo Freire, de Malala, de Teresa de Jesús, de amor, de mujeres, de democracia, de la lucha contra la violencia… ¡¡¡¡Qué haríamos sin gente como vosotras!!!! Aquí quiero compartir la página web que tienen en España: https://centroscatolicosdeculturapopular.wordpress.com/2015/04/10/quien-es-el-dios-de-un-periodista-en-el-centro-catolico-de-cultura-popular-del-barrio-del-progreso-me-dieron-la-respuesta/
Gracias, de veras, por vuestro cariño.
Manuel Madrid
amarasamerica@gmail.com